En cada etapa de la mujer, las hormonas juegan un papel importante y la boca no se libra de ellas.
Menstruación
Con los primeros cambios hormonales que experimenta la mujer, se comienzan a producir alteraciones en las encías y bacterias en la boca; es por esto que en la pubertad se aumenta el riesgo de padecer gingivitis y periodontitis.
Según Thelma Rubinstein, cirujano dentista de Prisma Dental, “la gingivitis presenta inflamaciones de encías y la periodontitis afecta los tejidos de soporte del diente y del hueso; estas enfermedades aparecen por una mala higiene y provocan la presencia de caries”, explica.
«La menstruación no afecta la realización de ningún procedimiento bucodental, por lo tanto no existen restricciones en este tema, pero para prevenir se debe realizar una limpieza correcta de los dientes con un cepillo suave, así como el uso del hilo dental,» recomienda Rubinstein.
Embarazo
Los cambios en los hábitos y los horarios alimenticios, así como los vómitos comunes que experimentan las mujeres al estar embarazadas, se convierten en un factor de riesgo para el desarrollo de caries y enfermedades en las encías.
“Hay que tomar en cuenta que alrededor de los tres meses existe la posibilidad de desarrollar un granuloma del embarazo, esto es una lesión abultada en la encía que sangra con facilidad pero, en su mayoría, disminuye o desaparece una vez que se tiene el bebé”, comenta la dentista.
Para reducir la aparición de estos problemas, la mujer debe evitar comer alimentos dulces, zumos envasados, refrescos con mucho azúcar y panes dulces; procurar realizar limpiezas dentales frecuentes para disminuir la inflamación de las encías y eliminar la placa y el sarro, para no perjudicar su salud ni la del bebé.
«En los tratamientos bucodentales durante el embarazo, el uso de óxido nitroso debe eliminarse porque puede favorecer los abortos espontáneos y el riesgo de partos prematuros, así como no someterse a blanqueamientos dentales. Para las radiografías es imprescindible colocar un delantal de plomo que cubra el abdomen, con el fin de no dañar el crecimiento del feto”, recomienda Rubinstein.
Menopausia
Cerca de los 50 años, producto de la disminución en la producción de hormonas, la mujer puede desarrollar enfermedades bucodentales como el síndrome de la boca ardiente, xerostomía y gingivitis descamativa.
“El síndrome de la boca ardiente se caracteriza por un ardor intenso y sensación de quemazón que afecta a la mucosa oral y a la lengua, provoca cambios en el gusto, aliento, sequedad en boca, dificultad para tragar, ardor y dolor facial o dental”, explica la especialista.
En esta etapa se recomienda una terapia de reemplazo hormonal apenas aparezcan los primeros síntomas de la menopausia, para asegurar que no se reduzca el nivel de salivación, así como evitar el fumado. Si este problema no se puede evitar se puede recurrir a la saliva artificial.
Además de extremar los hábitos de higiene bucodental, aumentar el uso de flúor y antiséptico, para mantener niveles bajos de placa bacteriana, así como asistir periódicamente al especialista, para prevenir cualquiera de estas enfermedades.