El ejercicio es la única medicina eficaz para algunas enfermedades dolorosas y sin cura, como la fibromialgia. Aprenda la manera de aprovecharlo
Por Karol Pérez/@karolp08
“¿Ha sentido el terrible dolor en las articulaciones cuando tiene una fuerte gripe? Ahora, imagine vivir con ese dolor las 24 horas del día, los 365 días del año por el resto de su vida”. Así intentó explicar Nancy Maldonado su vivencia como paciente con fibromialgia.
El reumatólogo Elías Vásquez define la fibromialgia como un trastorno del aparato locomotor, caracterizado por el dolor crónico en articulaciones, músculos, tendones y huesos. Este dolor se acompaña de otros síntomas, como trastornos del sueño, ansiedad, depresión, rigidez de movimiento, inflamación muscular, dolor de cabeza y cansancio.
Nancy, quien padece esta enfermedad desde hace doce años y es presidenta de la Asociación Costarricense de Fibromialgia, explica que el dolor es generalizado; eso se suma a que el paciente no puede dormir bien y siente un cansancio terrible que le impide realizar las actividades cotidianas. “Todo eso desemboca en depresiones y trastornos del ánimo. Debo decir que es una enfermedad incomprensible. Los familiares no entienden por qué uno pasa agotado desde temprano, lo tildan de vago y hasta mentiroso”.
Pero el problema no se queda ahí. Según el Doctor Vásquez, esta enfermedad es una de las más difíciles de diagnosticar por su gran cantidad de síntomas y también cuesta mucho tratarla no solo porque no tiene cura, sino porque el tratamiento debe ser interdisciplinario.
Sin embargo, no es un tema sin solución. El Doctor Vásquez considera que el ejercicio puede ayudar a reducir las consecuencias de esta enfermedad. “Si bien el tratamiento conlleva el uso de analgésicos y antidepresivos, se ha comprobado que el ejercicio físico es la mejor medicina para los fibromiálgicos. Se favorece la salud muscular y articular, reduce el estrés, evita la depresión y mejora el sueño por la liberación de endorfinas y hormonas de bienestar. Así que, una vez diagnosticado, al paciente le digo: a partir de hoy el ejercicio es su medicina”.
Pero entonces, ¿cómo pedirle a alguien que sufre de agotamiento y dolor muscular que practique ejercicio? Es ahí donde el paciente debe saber identificar cuáles ejercicios le ayudarán a aliviar el dolor y así evitar el efecto contrario.
¿Cuáles ejercicios pueden practicar las personas con fibromialgia?
Según la Sociedad Española de Reumatología, estos son los ejercicios recomendados para aliviar el dolor:
- Ejercicios aeróbicos de intensidad baja y moderada, como caminar, nadar o andar en bicicleta. Puede empezar caminando entre 20 y 30 minutos 3 veces por semana durante un mes y luego aumentar la frecuencia diariamente e intentar hacer lo mismo con la duración según se gana resistencia.
- Ejercicios liberadores de rigidez muscular y estrés, como yoga, pilates y tai chi.
- Entrenamiento gradual y supervisado con pesas, para aumentar el tamaño y la fuerza de las fibras del músculo.
- Zumba o baile, para mejorar la resistencia cardiovascular y eliminar el estrés.
- Estiramiento básico de piernas, brazos, cuello, hombros y espalda, al menos dos veces al día.
Tome en cuenta:
- Frecuencia del ejercicio: Al menos tres veces por semana en días no consecutivos. Conforme se gana resistencia, se puede aumentar la frecuencia o por el contrario, reducirla si el dolor se intensifica.
- Duración: La mayoría de enfermos admite que hacer ejercicio entre 15 y 40 minutos logra el máximo beneficio sin aumentar el dolor o el cansancio.
- Intensidad: El mayor esfuerzo debe establecerse entre 60% y 80% de la “Frecuencia Cardíaca Máxima”.
Ejercicios no recomendados
- Evite los ejercicios excéntricos agresivos, como bajar escaleras a velocidad o correr en superficies empinadas.
- No realice movimientos que ocasionan vibración fuerte en las articulaciones, como los ejercicios que implican saltos.
- No haga ejercicios en circuito o de alta intensidad como Insanity o CrossFit.