Cuando el remedio puede ser peor que la enfermedad.
Por Revista ES
El acetaminofén o paracetamol es uno de los analgésicos más utilizados en Costa Rica gracias a su rápida acción, diversidad de usos y amplia disponibilidad en farmacias, supermercados y centros médicos. Sin embargo, aunque su uso es común, el abuso o consumo excesivo puede tener consecuencias graves para la salud.
El acetaminofén es un antipirético utilizado para disminuir la fiebre y aliviar el dolor leve o moderado. Sin embargo, según especialistas médicos, el abuso crónico de este medicamento puede ocasionar daños en el hígado y otros órganos del sistema renal.
En Costa Rica el acceso al acetaminofén es fácil y no requiere prescripción médica, lo cual ha favorecido la automedicación y ha aumentado el riesgo de sufrir intoxicación en pacientes que superan la dosis recomendada.
«El uso del acetaminofén en combinación con otros medicamentos para tratar la gripe o el dolor es común, pero por eso es importante que las personas verifiquen que los demás medicamentos no contengan el principio activo del acetaminofén, para evitar una posible intoxicación. Es fundamental seguir las indicaciones médicas y evitar el consumo excesivo o prolongado de este medicamento”, señaló, Kristel Gómez Oviedo, Coordinadora académica de la Carrera de Farmacia de la Universidad Internacional de las Américas (UIA).
Según la especialista farmacéutica, las complicaciones por una intoxicación oscilan entre el daño hepático irreversible hasta la necesidad de un trasplante de hígado, siendo vital la administración de su antídoto.
Importantes investigaciones publicadas en Estados Unidos alertan sobre el efecto tóxico por el abuso del
paracetamol. El Centro de Investigación Biomédica ha estimado que más de 60 millones de personas en ese país consumen paracetamol semanalmente. De estas, 30.000 individuos han requerido hospitalización en unidades de cuidados intensivos, debido al fallo hepático provocado por la intoxicación aguda por este medicamento.
Según un estudio reciente, el 53% de los pacientes con insuficiencia hepática aguda y fallo hepático emplearon el paracetamol por su cuenta, sin consultar a profesionales en salud. Es alarmante que el 29% de estos pacientes requieren un trasplante hepático debido a las complicaciones derivadas de esta intoxicación.
El abuso del acetaminofén puede provocar una intoxicación que se manifiesta a través de síntomas como vómitos, náuseas, sudoración excesiva y dolores de cabeza intensos. En caso de presentar alguno de estos síntomas tras haber consumido grandes cantidades de acetaminofén, es importante buscar atención médica de inmediato.
“El tratamiento principal para estas intoxicaciones consiste en una descontaminación digestiva, bien sea a través de un lavado gástrico o mediante la administración de carbón activado lo más temprano posible, idealmente durante las primeras dos horas después de haber consumido el analgésico, para asegurar su eficacia terapéutica» dijo, Gómez.
Si bien el acetaminofén puede ser un analgésico efectivo, su abuso puede tener consecuencias graves. Por lo que no es recomendable utilizar este medicamento sin indicaciones del personal de salud o la supervisión profesional.
En caso de presentar algún síntoma de intoxicación, es crucial buscar atención médica de inmediato para asegurar su tratamiento oportuno.