Navidad y Año nuevo sin dieta: 5 consejos para mantener su cuerpo y comer delicioso

Para mucha gente, las dietas son un problema porque no mejoran la salud ni el autoestima; ni siquiera logran una reducción de peso sostenida en el tiempo

Por El Salvador 

Se supone que las fiestas son un momento para disfrutar con los seres queridos, relajarse un poco y comer platos deliciosos. Desafortunadamente para algunos, la preocupación por la dieta, por cómo lucen o por sentirse excluidos, hacen que disfruten menos de las fiestas.

La cultura de la dieta obliga a la gente a no comer esto o limitar aquello. Ese sacrificio da un gran resultado: un cuerpo sexy. Pero la cultura de la dieta no advierte acerca de los atracones que siguen a la dieta, las consecuencias psicológicas a largo plazo y la dificultad para adelgazar y mantener el peso ideal mientras se sigue un régimen.

Para mucha gente, las dietas son un problema porque no mejoran la salud ni el autoestima; ni siquiera logran una reducción de peso sostenida en el tiempo.

Estos consejos simples te ayudarán a disfrutar de las celebraciones, la comida y la compañía. Sin dieta ni restricciones.

Las verduras primero. Este es el consejo más provechoso. Come vegetales ricos en agua y fibras primero y luego las comidas más calóricas. Es un modo simple de moderar la ingesta y no sentir que te privas de algo.

Concentra tu atención en los demás. En vez de preocuparte por lo que comes o las cantidades, presta atención en tus seres queridos. Si te concentras en la conversación, comerás con más lentitud. Comer lentamente implica comer menos porque la señal de que el estómago está lleno tarda en llegar al cerebro.

Reemplaza alimentos. Aligera tus comidas navideñas con estos simples cambios.

Realiza actividad física. Planifica una actividad grupal entretenida. La actividad mejora el humor, los niveles de estrés, el corazón, el nivel de azúcar en sangre y otros aspectos de la salud. Puedes proponer un partido de fútbol, una carrera, una caminata o cualquier otra actividad en grupo para que grandes y chicos salgan a moverse.

No seas demasiado exigente contigo mismo. No existe la dieta perfecta. Puedes comer más de lo planeado, incluso puedes comer hasta que reviente el estómago. En vez de estresarte y ser duro contigo mismo, admite cómo te sientes y pasa a otra cosa. La culpa no te ayudará a alcanzar tus objetivos. El estrés dificulta el adelgazamiento, el control de glucosa, la salud cardíaca y la felicidad. Siente gratitud en vez de estrés.

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