No encasille su entrenamiento, practique varios deportes

¿Qué le parece si su entrenador le propone que para ser mejor ciclista practique baloncesto o que para ser mejor corredor practique fútbol? Combinar disciplinas es una nueva tendencia para mejorar el rendimiento.

Por Karol Pérez

Los corredores basan sus entrenamientos en carreras y fondos; los ciclistas entrenan siempre sobre su bicicleta; los karatecas no abandonan las técnicas de golpes en sus entrenos y los nadadores no salen de la piscina. Pero quizás si estos deportistas se atrevieran a diversificar sus entrenamientos, lograrían mejor rendimiento.

Bajo la premisa de que la especialización no siempre es buena, una nueva tendencia busca que los deportistas no encasillen sus entrenamientos, sino que combinen los beneficios de otras disciplinas deportivas y hagan ejercicios a los que pocas veces se ven expuestos.

De esta manera, no sería extraño que un corredor entrene con ciclismo o un ciclista entrene con baloncesto. El deportólogo Geovanni Álvarez asegura que esta tesis está relacionada con lo que se conoce como transferencia positiva, en donde un tipo de ejercicio mejora el rendimiento de otro tipo de movimiento. Por ejemplo, un corredor podría complementar su entrenamiento con un partido de fútbol, ya que durante este pueden correrse entre nueve y catorce kilómetros. Pero, en lugar de ser un recorrido lineal y constante, implicaría acelerar, frenar y saltar. Esto haría más integral su entrenamiento, le ayudaría a trabajar músculos que mejorarán su rendimiento como corredor, pero que no habría estimulado en un entrenamiento tradicional.

Bajo ese principio de la transferencia positiva es más común que los deportistas diversifiquen disciplinas para mejorar su rendimiento, sobre todo cuando se trata de alternar los movimientos conocidos como excéntricos y concéntricos. ¿Pero esto de qué se trata?

En el ejercicio concéntrico, los músculos ejercen fuerza al contraerse, por ejemplo cuando se levanta peso contra la gravedad. Mientras,  en el ejercicio excéntrico sucede todo lo contrario, los músculos producen fuerza mientras se alargan o extienden.

En disciplinas individuales como ciclismo, atletismo o natación, la mayoría de los movimientos son concéntricos, porque implican fuerza para contraer brazos y piernas. En otras disciplinas colectivas como voleibol, baloncesto o fútbol, los movimientos son excéntricos, porque implican la extensión de los músculos durante las aceleradas, frenadas, saltos y cambios de ritmo. Según Álvarez, es aquí donde entra en juego la importancia de la diversificación y la transferencia positiva.

Quienes practican deportes que implican saltos, carreras, cambios de dirección o frenadas pueden apostar en sus entrenamientos por disciplinas como el ciclismo, la natación o el remo, ya que les permitirá exponerse a movimientos concéntricos o de contracción muscular, algo que no logran si solo se encasillan en su disciplina.

Por el contrario, quienes practican deportes en los que se necesita fuerza muscular de contracción pueden diversificar la estimulación de sus músculos practicando deportes como el baloncesto, fútbol o karate; todo con el fin de promover el estiramiento de sus músculos.

“Los deportistas deben entender la importancia de diversificar los movimientos. Para ello una muy buena idea es aprovechar los beneficios de otras disciplinas como un complemento de sus entrenamientos. Aprovechar los movimientos de otros deportes les permitirá reducir las lesiones deportivas, ya que se le da descanso al músculo. La fatiga y gasto energético se controla más eficazmente con la variación de las cargas y el volumen”, agrega el deportólogo.

 

Movimientos excéntricos y concéntricos

  • En el ejercicio concéntrico los músculos ejercen fuerza al contraerse, por ejemplo cuando se levanta peso contra la gravedad.
  • En el ejercicio excéntrico los músculos producen fuerza mientras se alargan o extienden.

10 ventajas de la diversificación de disciplinas

  • Menor tendencia a la mecanización de los movimientos
  • Óptimo nivel energético
  • Control del peso corporal
  • Aumento de la elasticidad de los tejidos
  • Regulación del estrés muscular
  • Sistema nervioso óptimo en la repuesta acción-reacción
  • Reducción de fatiga muscular
  • Incremento del sistema del equilibrio estático y en movimiento
  • Aumento de la fuerza muscular y la velocidad articular
  • Reducción de lesiones deportivas

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