Ingerir la cantidad suficiente durante la jornada laboral permitirá que mantengas la concentración, tengas energía y bajen tus niveles de estrés y ansiedad

Por El Salvador 

Tomar agua trae más beneficios de los que pensamos. Ya sea que la bebamos para estar hidratados, vernos más jóvenes, hacer dieta, o solo porque hace calor, para nuestro organismo es esencial.

Este líquido es fundamental para todos los procesos fisiológicos del cuerpo y para reemplazar los que perdemos, casi sin darnos cuenta, con el sudor, la respiración y la orina.

El cuerpo humano se compone aproximadamente de un 60% o 65% de agua, de ahí que controlar la pérdida y la ingesta de agua sea tan importante.

El agua es esencial para una variedad de procesos fisiológicos y reacciones bioquímicas como la circulación de la sangre, regular el metabolismo y desintoxicar. Así, estar adecuadamente hidratados trae muchos beneficios y protección ante diversos problemas de salud.

Ingerir la cantidad suficiente durante la jornada laboral permitirá que mantengas la concentración, tengas energía y bajen tus niveles de estrés y ansiedad.

También ayuda en la pérdida de peso porque aumenta la velocidad a la que el cuerpo quema grasa y, además, aceptémoslo, con más agua en el estómago, nos da menos hambre.

Por lo general, las autoridades sanitarias recomiendan beber al menos 2 litros de agua al día, pero habrá personas que necesiten más. Alguien que haga deporte, conduzca todo el día o se encuentre en un ambiente más caluroso, es evidente que necesitará tomar más de dos litros. Las personas mayores y las madres lactantes también necesitan ingerir más agua que el promedio.
Otros especialistas indican que beber entre 8 y 10 vasos de agua al día alivian en 80 % las probabilidades de sufrir dolores de espalda y articulaciones.

Aunque es poco común, el consumo excesivo de agua puede reducir la capacidad de filtración de los riñones; por eso se recomienda beber la cantidad que el cuerpo necesita, que depende de cada persona, condición física, edad, hábitos, etc. El reto es que encuentres el equilibrio.

Atención a las señales

Cuando el cuerpo ha perdido entre el uno y 2% de su contenido total de agua, comienzan a presentarse los síntomas de sed; sin embargo, cuando el cuerpo siente sed es porque ya está en las primera etapas de deshidratación.

Otros de los síntomas de que necesitas beber más agua también son fatigas y/o mareos, mente nublada y poca concentración, calambres musculares, piel apagada y seca o arrugas pronunciadas, labios agrietados, mal aliento, dolor de cabeza, escalofríos, dolor de espalda o articulaciones, cambios de estados de ánimo, estreñimiento y orina poco frecuente u oscura y concentrada, entre otros.

Las cinco razones básicas para tomar agua en el trabajo

1. Alivia la fatiga y dolores de cabeza. Son los primeros síntomas de la deshidratación. Si a menudo te sientes cansado o con dolores de cabeza, puede ser por no tomar agua. Un bajo consumo hace que trabajes con menor eficiencia e incluso tengas ansiedad.

2. Mejora el estado de ánimo y reduce el estrés. Investigaciones indican que la deshidratación leve puede afectar el estado de ánimo, la capacidad de pensar y la función cognitiva del cerebro. Con menos agua en el cuerpo, hay una caída de volumen de sangre que hace que el corazón trabaje más para bombear la sangre oxigenada al sistema sanguíneo y por eso sientas más presión.

3. Facilita la concentración. Como entre el 60 % y 75% del peso corporal es agua, el descenso de líquidos afecta momentáneamente la memoria, dificulta realizar operaciones matemáticas básicas y causa problemas de enfoque visual frente al computador. Si quieres mantenerte concentrado en el trabajo o cuando conduzcas, toma agua.

4. Regula la temperatura corporal. Si tu ambiente de trabajo es cálido o requieres de más esfuerzo físico, es vital tomar la cantidad suficiente de agua durante la jornada. Si pasas sentado y en oficina con aire acondicionado, también. Es recomendable ingerirla incluso antes de que te dé sed y como prioridad a las bebidas carbonatadas, con azúcar o alcohol.

5. Elimina toxinas y previene enfermedades. El agua es un excelente desintoxicante, promueve la función renal y reduce los cálculos. Aumenta el metabolismo y ayuda al cuerpo a descomponer correctamente los alimentos. Si tomas agua no tendrás muchos problemas de digestión y estreñimiento, y, como bono extra, tu piel se verá más joven, tus uñas más fuertes y el cabello brillante.