¿Qué debe comer para mantener un intestino sano?

La función intestinal es primordial para mantener una buena salud y prevenir enfermedades.

Por BBC Mundo 

«Los microbios que viven en nuestro intestino desde que nacemos tienen una enorme importancia en casi cada aspecto de nuestro ser», señala el doctor Eran Elinav.

El experto explicó que las bacterias de nuestros intestinos son casi como nuestra huella dactilar, pues es algo «único en cada individuo». Es importante, por lo tanto, tener en cuenta la diversidad de estos microorganismos a la hora de elaborar una dieta. La comida que ingieres no sólo te aporta nutrientes, sino que además, alimenta a las bacterias que viven en tu organismo.

¿Cómo debemos alimentarnos para mantener nuestro intestino sano?

Cada persona es diferente, pero si quieres mejorar tu digestión, perder peso o, simplemente, cuidar de tu estado de salud general hay algunos principios fundamentales que se pueden aplicar a todo el mundo.

Estos son algunos de los alimentos que los expertos recomiendan:

  1. Vegetales: Un intestino sano tiene una gran variedad de microbios, cada uno de los cuales prefiere diferentes alimentos. «Hay miles de cientos de especies (de microbios) en nuestros intestinos que son responsables de nuestra salud», explica Tim Spector, profesor de Epidemiología Genética en el King’s College de Londres, Reino Unido, y director del proyectoBritish Gut («Las tripas inglesas»), que analiza la influencia de las bacterias intestinales en nuestro bienestar.El experto y la comunidad médica, en general– recomienda ingerir vegetales para alimentar adecuadamente a esas bacterias.

    Las alcachofas, la achicoria, la lechuga, el estragón o el salsifí, así como lospuerros, chalotes, cebollas, ajo y espárragos, son particularmente beneficiosos para la microbiota.

  2. Fibra: También es aconsejable seguir una dieta rica en fibra. Sin embargo, la mayoría de la gente incluye en su dieta menos fibra de la que debería. Frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales alimentan a las bacterias de nuestro intestino de forma saludable.
  3. Probióticos: Los alimentos probióticos, como el yogur, pueden fomentar el desarrollo de algunos microbios buenos para nuestros intestinos, pues permanecen activos y contribuyen al equilibrio de la flora intestinal. Según el neurólogo David Perlmutter, coautor de Brain and Gut («Cerebro e intestino»), «el consumo de prebióticos y probióticos mejora la salud intestinaly previene la inflamación, a través de cambios mejorables en el microbioma».Perlmuter recomienda especialmente un tipo de probióticos, el Lactobacillus plantarum, por su «probada efectividad a la hora de permeabilizar las paredes del intestino».

    Pero probióticos y prebióticos, aunque suenen parecido, no son lo mismo: los primeros se refieren a microorganismos vivos que viven activos en el intestino, mientras que los segundos son sustancias no orgánicas, que favorecen el desarrollo de los probióticos.

  4. Aceite de Oliva virgen extra: Algunos especialistas aconsejan elegir aceite virgen extra siempre que sea posible. Este tipo de aceite contiene el número más elevado de polifenoles, beneficiosos para los microbios de nuestro interior. «El aceite virgen ‘normal’ no muestra ningún beneficio; tiene que ser aceite virgen extra», explica Spector. «El aceite de oliva virgen extra, especialmente extraído en frío, tiene unos 30 polifenoles que actúan como antioxidantes, lo cual reduce la inflamación y ayuda a reducir los efectos del envejecimiento, especialmente en el corazón y en el cerebro».
  5. Menos antibióticos: Gran parte de la comunidad científica concuerda en el uso excesivo de antibióticos ha llevado a una modificación de la microbioma que los expertos vinculan a un incremento en alergias, por ejemplo, el asma. Los antibióticos matan tanto las bacterias «buenas» como las «malas». Y, en casos extremos, pueden tener un efecto muy negativo.
  6. Menos comida basura:  Si tu dieta es baja en fibra, un repentino aumento puede causar inflamación. Pero esto es menos probable si haces los cambios de manera gradual y si bebes algo más de agua. Es importante, en general, evitar alimentos altamente procesados, pues contienen ingredientes que, o bien eliminan las bacterias «buenas», o incrementan las «malas».

 

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