¿Son peligrosas las relaciones sexuales antes de una competencia deportiva?

“Todo lo que es natural y se hace dentro de parámetros normales no tiene porqué tener efectos negativos. El sexo al igual que dormir, comer o beber es bueno, pero todo debe ser con medida, nada con exceso”, dicen los expertos en medicina deportiva.

El sexo y el deporte son considerados como el agua y el aceite si un deportista lo realiza antes de participar en un evento atlético. Esta creencia asociada por generar desconcentración, alteraciones psicológicas y alto consumo de energía que afectan el óptimo desempeño del atleta son más un mito que una realidad.

Así lo demuestran diversos estudios científicos. Uno de ellos, liderado por la Universidad de Oxford, más bien indica que la abstinencia prolongada disminuye la capacidad de reacción y aumenta la tensión y el estrés.

Fernando Radice, experto chileno en medicina deportiva y que participa en el XVIII Congreso Centroamericano de Ortopedia y Traumatología que se realiza en Costa Rica, sostiene que de acuerdo con dicho estudio, la relación sexual es un excelente entrenamiento previo. El consumo calórico de una relación sexual es el equivalente a subir 3 pisos o 44 escalones, es decir entre 40 y 90 calorías, lo cual no es un gasto de energía que comprometa el desempeño en una competencia deportiva.

El estudio también contabiliza la pérdida calórica tomando en cuenta factores como el desvestir a la pareja. Esta acción genera en promedio el consumo de 12 calorías. También depende el tipo de pareja con la cual se practique la relación sexual: si es habitual se gastan 8 calorías por minuto y si es ocasional unas 25 calorías por minuto.

El tipo de posición sexual que se practique es otra variable a considerar pues dependiendo de ella se puede consumir desde 12 hasta 912 calorías. También se analiza la cantidad de energía que se gasta teniendo un orgasmo o simplemente tener abrazada a la pareja en la cama.

Todos los estudios sobre el tema de mantener relaciones sexuales antes de realizar pruebas de rendimiento físico han enfocado su atención en las respuestas cardiovasculares, fuerza y resistencia muscular, y en variables psicológicas.

Por ejemplo, la evidencia científica impulsada por otros estudios como el Sport Med & Phys. Fitness, realizado por el SztajzelJ, PeriatM,
Cardiology Center University Hospital en Ginebra Suiza, abarcó un test de concentración entre atletas de alto nivel. Este trabajo concluye que la actividad sexual no afecta el rendimiento ni la concentración 10 horas antes del evento deportivo, pero si antes de dos horas de que inicie.

Sin embargo, el doctor Radice sostiene que se deben considerar una serie de reglas como no alterar las horas de sueño necesarias, que la relación sexual no implique consumo de alcohol o comidas adicionales, que no se requiera conquista o seducción previa, así como no sobrepasar la cantidad de relaciones a dos y evitar el sexo con varias parejas a la vez.

“Todo lo que es natural y se hace dentro de los parámetros normales, incluyendo el sexo, no tiene porqué tener efectos negativos. El sexo al igual que dormir, comer o beber es bueno, pero todo debe ser con medida, nada con exceso”, dice el experto en medicina deportiva.

¿De dónde surge esta creencia?

Los orígenes de este mito se remontan hasta los tiempos de la antigua Grecia, en donde se mencionaba que el semen era una “sustancia proveniente del cerebro” o que era “la sustancia de la energía divina”, y que por lo tanto “derramarla” o “perderla” podría ser contraproducente para el equilibrio mental y producir debilidad general.

Esas creencias resistieron el paso de los años, y ya a inicios del siglo 19, los médicos estadounidenses advertían a sus soldados de los “peligros del gasto de esa importante secreción”.

Esa creencia se empezó a denominar como la teoría de la “conservación espermática”, hoy conocida como abstinencia sexual. Por eso, todavía hoy en día algunos entrenadores y jugadores piensan que la abstinencia sexual puede redirigirse hacia una mayor agresividad, que sería beneficiosa en determinados deportes. Sin embargo, otros entrenadores piensan que la actividad sexual podría beneficiar al atleta si se entiende como una ayuda para reducir el estrés psicológico pre competitivo.

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