La pregunta que seguro te hace tu mamá o tu abuela hoy te la hacemos nosotro; sumamos consejos de una nutricionista para que te sepas organizar y responder un sincero ¡Sí!
Por Lanacion.com.ar
Es un clásico de todos los que vivimos solos alguna vez. Te salteás el almuerzo o comés cualquier cosa rápida en la ofi y te prometes compensar con un plato bien equilibrado en la cena. Pero después sale plan y te clavás una sopa en sobre o una tarta que te sobró de quién sabe cuándo.
O – puede pasar- te quedás sábado sola o solo y te «premiás» con una birra y demasiadas papas fritas, muchas más que las que hubieras comido si salías con amigos. Hasta la última miguita no parás y ya que nadie te ve hasta le das un último beso al paquete.
Aprender a comer bien, alimentarte y disfrutar genuinamente de una comida en soledad, es un arte. Y también es un hábito súper importante para tu salud.
Según la Licenciada en nutrición María Florencia Ramos la soledad puede ser una aliada o un problema a la hora de alimentarse. Porque si bien es cierto que por un lado no están las tentaciones que suele haber cuando se comparte la mesa con alguien que descuida su alimentación, por el otro tampoco se cuenta con el espejo de otro, ni la conversación que hacen del comer un acto social, donde se le resta al alimento su rol protagónico.
Incluso, hay nuevas investigaciones que encontraron una relación entre el hábito de comer en solitario y el riesgo cardiovascular.
Según un estudio sobre 7.725 adultos realizado por un equipo del Hospital Ilsan de la Universidad Dongguk en Seúl, existe una correlación directa entre las personas que comen solas y la presión arterial alta y los niveles altos de colesterol.
Aunque los resultados mostraron que los efectos de la comida solo son más frecuentes en los hombres, lo que los hace un 64 por ciento más propensos a contraer el síndrome metabólico, las mujeres también son afectadas: el 29 por ciento de las mujeres solteras mostraron una alta probabilidad de desarrollarlo.
PLAN PARA NUTRIRTE CORRECTAMENTE SI VIVÍS SOLA
1. Planificá qué guardás en la heladera. No llegar a casa y darse cuenta de que está vacía y terminar llamando al delivery. Dedicar un día por semana a ir a la verdulería y tener alimentos saludables, como cereales, arroz, huevos y carnes desgrasadas cocidas y freezadas.
2. Guardá tu comida en forma inteligente. Tanto en la heladera como en el frízer usar tapers rotulados y, en las alacenas, elegir frascos de vidrio con alimentos saludables a la vista. Todos aquellos envasados industrializados tenerlos bien guardados, para consumirlos con menos frecuencia.
3. Organizá un día por semana de compras para la casa. No bajes al chino cuando ves que tu alacena está vacía. Ah: y no vayas a comprar cuando te morís de hambre, te vas a tentar con cualquier cosa.